En 1858 un espectacular surtidor de agua comenzó a manar de la calle de San Bernardo. Con este acto festivo se inauguraba el Canal de Isabel II, una obra de ingeniería muy ambiciosa para aquella época, que solucionó el problema del abastecimiento de agua a Madrid y que fue llevada a cabo bajo el mandato de la reina Isabel II y su ministro Bravo Murillo. El primer embalse que sirvió para el abastecimiento de agua del Canal de Isabel II fue el Pontón de la Oliva, presa situada en uno de los parajes más singulares de los recorridos de esta excursión, sin duda, un itinerario con un marcado carácter histórico y natural. Con el paso de los años nuevas presas y canales han sustituido a las primeras infraestructuras hidráulicas de la región y El Pontón de la Oliva ya no contiene agua, pero su valor patrimonial, histórico y artístico invitan a realizar esta excursión.