Esta es una ruta completa paisajísticamente hablando pues recorre todos los ecosistemas posibles de la zona: el pinar, el robledar, el encinar y el matorral de montaña. Para "abrir boca" empezamos subiendo, a través de un robledar y de durísimas rampas, al Parque Eólico Montes de Las Navas, con cientos de molinos y cuya pista de servicio discurre por toda la cuerda de los Altos de Cartagena y de La Cabeza (Sierra de Malagón) donde no crecen ya los árboles y disfrutaremos de unas vistas amplias y espectaculares, tanto de la parte de Ávila como de la de Segovia. Si además realizamos la ruta a finales de primavera, seguramente, podremos disfrutar de un colorido espectacular al estar las retamas con sus flores amarillas. Después de una rápida bajada por carretera, donde volveremos a internarnos en un robledar, un poco "adehesado" en algunas zonas, cruzaremos la carretera Madrid-Ávila. Seguiremos descenciendo un poco y llegaremos a un viejo y bello encinar donde algunas de sus encinas son centenarias. Cruzaremos un río y nos meteremos de lleno en el pinar, bosque más característico de Las Navas, donde la vista no es capaz de abarcar su inmensidad. Por último, el Valle del Arroyo Retuerta es, para mi gusto, quizás el paisaje más bello de toda la zona. Un lugar apartado de toda población humana, aunque se pueden ver alguna pequeña vaquería dispersa aquí y allá. En este lugar se ven a menudo buitres leonados y otras aves rapaces, hay un nido de cigüeña negra, uno de los animales más protegidos actualmente en España y Europa. El arroyo baja "bravo" si ha llovido lo suficiente y la Angostura que sube a la Ciudad Ducal, con su ladera de rocas, hará que nos paremos a contemplar el paisaje después de una dura rampa. En definitiva, se trata de una ruta variada en paisajes que nada tiene que envidiar a cualquier otra de la sierra de Madrid.