DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 08:36
HORA DE LLEGADA: 12:27
TIEMPO DE PEDALEO: 03:18
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 03:51
DISTANCIA RECORRIDA: 31.3 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 16.0 ºC ( mín.: 13.0 ºC máx.: 22.0 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual
OBSERVACIONES: Ruta desde Peguerinos hacia el Collado de la Gargantilla. Desde aquí, en lugar de subir a Cueva Valiente, con lo que la ruta hubiese ganado indudablemente enteros (Flu y David hacen el amago); se baja por la otra ladera del collado para llegar al Camino del Ingeniero, con vistas sobre la zona de San Rafael y El Espinar. Desde aquí se baja al agujero formado por el arroyo del Boquerón, subida infernal con pateo y llegada al monolito de las Tres Provincias, para regresar a Peguerinos por camino y sendero.
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ASISTENTES: (14)
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caídas en la ruta: (4)
pinchazos en la ruta: (1)
averías en la ruta: (0)
RUTA COMANCHE DE ALTA MONTAÑA
No puedo demorarlo más, vengo procrastinando la crónica desde el domingo por la noche, pero a decir verdad, llegué demolido y además me estaban esperando con más actividades, lo cuál acabó por rematarme. Y el lunes, bueno... que puedo decir de los lunes; entro en una dimensión termodinámica-atómica y el tiempo pasa de ser relativo a ser inexitente.
Afortunadamente el ciclo termina el jueves, y aquí estoy, preparado para la próxima. Pero antes de nada, cumpliré con le compromiso de dejar patente constancia de la épica aventura de Peguerinos. Para empezar, un madrugón de órdago, ya que Peguerinos está en la quinta oxtia, que para ir, no hay problema, es más, las curvas le suben a uno la adrenalina, pero para volver, la madre que lo parió, parece un tornillo sin fin.
Bueno, nos encontramos en la plaza, 14 comanches dispuestos a batirnos con nosotros mismos, y digo lo de comanches, porque practicamente toda la ruta la hicimos en fila india, casi no pudimos conversar entre nosotros, porque el camino es estrecho y para un solo jinete.
Iniciamos la ruta subiendo por el camino asfaltado, en plato pequeño y piñón grande, una vez arriba, divisando todo el valle empezamos a ciclar por los senderos entre pinos con espectaculares vistas. Los 14 nos impusimos un ritmo alto, bueno; más bien 2 nos impusieron a los otros 12, lo cual viene bien para no dormirse en los laureles.
Lo mejor llegó al iniciar el camino del ingeniero, una vez que todos casi por unanimidad, decidimos no subir a Cuava Valiente, pues aún qudaba mucho por ciclar y los cálculos para tomar las cervezas andaban justos. Así iniciamos el descenso por la trialera pedreguera, respetable y traicionera hasta alcanzar el deseado camino del ingeniero, de montes supongo.
Este requiere de técnica, fuerza y resistencia, es tan exigente como deseable por satisfactorio. A mitad del camino, nos cruzamos con 3 jinetes a caballo, eran de otra tribu, pacíficos y amables, les cedimos el paso para no alterar a los equinos, no fuera a ser, que tuvieramos que cambiar el nombre de Camino del Ingeniero por el de Despeñacaballos.
Al final de éste, llegó la guinda, y todos hubimos de subir con la bici a cuestas. La mía es un cimarrón, menos mal que el buen samaritano de Flu, bajó para ayudarme.
Una vez arriba, enfilamos a Peguerinos y en menos que canta un gallo, llegamos al bar. Uno nuevo que Víctor conocía, pues las chicas que lo regentan son de Las Navas, que a decir en su favor, nos atendieron de maravilla y nos puesieron los correspondientes callos, oreja, torreznos, champiñones, etc. etc., con abundante cerveza y agradabilisima charla coloquial. Un placer compartir con todos vosotros. Angel
(escrito por Ángel)
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