DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 09:06
HORA DE LLEGADA: 13:25
TIEMPO DE PEDALEO: 03:35
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 04:19
DISTANCIA RECORRIDA: 49.3 Kms.
SENTIDO DE REALIZACIÓN:
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ASISTENTES: (11)
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caídas en la ruta: (2)
pinchazos en la ruta: (0)
averías en la ruta: (0)
Tras el incidente en la 101 miradores vuelvo de nuevo a reunirme con los riders en el punto de encuentro habitual, con la certeza de que la mañana se me hará dura después de esta pausa obligada.
Muchas ausencias, unos que si no sé qué, otros que si no sé cuantos, acudimos 4 eskaladores, pero finalmente se nos añaden otros bikers y formamos un grupo majo que decide tirar hacia Peguerinos a ver pasar a los valientes de una marcha que transcurre por allí, en la que los Eskaladores tienen representación.
Comenzamos los primeros kilómetros a buen ritmo subiendo hacia la presa. Bajada del recuestro y como “el miedo es libre” un servidor se baja de la bicicleta en varias ocasiones para no volver a preparar otra tarea.
Seguimos ascendiendo hasta llegar a la fuente de Peguerinos, donde paramos a tomar un tentenpie que casi se nos atraganta por las prisas que tienen algunos en seguir pedaleando. Vereditas cuesta pa’bajo con mucho cuidadito para no hacernos pupita, un raider aterriza cruzando el rio pero como se cae en “lo limpio” no pasa nada.
Seguimos camino hacia la pista y después prao Andrino, que más bien parece la selva de tanta maleza que hay. Ya nos queda menos, pienso luchando contra la madre naturaleza cuando ya vislumbro la presa de Las Navas y casi saboreo los torreznos tras superar esta prueba, pero no, había sorpresa final. Algún gracioso piensa que la ruta ha sido poca y decide que en vez de subir el Recuestro vamos a subir hacia los castillones, o castillejos, o su puta madre el qué.
“Vamos por aquí que es más suave”. Me cago en to lo que se menea, cuesta infernal de 800% de desnivel que no tiene fin, venga a pegar riñonadas, aparecemos en Las Herreras, donde un reventón inesperado parte al grupo en dos. Que bien, ahora a subir desde el río al pueblo otra vez. Veredita paralela a la carretera donde tío Jose se enfrenta a una piedra y claro, esta es más terca que él y aterriza cual saco de patatas en el suelo. Rasguños sin importancia.
Empezamos a subir hacia el cementerio, los del Reventón por la carretera y los que saben nadar cruzando el rio que está el agua mu`güena. Unos suben alegres, otros suben como pueden y yo subo a pie porque tengo unos calambres ya en las piernas que podría iluminar una ciudad.
Termina la jornada en el bar con unos torreznitos que nos los hemos ganado. Sí Emeterio sí, me has ganado subiendo y bajando (dios que cruz tengo con este hombre). Un placer como siempre y una alegría volver a dar pedales con vosotros.
Armando
(escrito por Armando Esteban)
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