CERRO DE SAN PEDRO Y DEHESA DE NAVALVILLAR
Comencé la temporada ciclista con ganas el pasado octubre, pero me lesioné el menisco de la otra rodilla (izquierda) y he tardado seis meses en recuperarme. En marzo empecé a entrenar por mi cuenta para estar a tono y volver a montar con vosotros los domingos. Reconozco que la primavera y el otoño son mis estaciones preferidas. El precio de la gloria es escribir la crónica, aunque seré breve por falta tiempo entre semana, la verdad.
Para empezar, el punto de encuentro en el cruce de la carretera M104 de Colmenar a San Agustín de Guadalix con la Cañada de Barajas fue un poco complicado porque antes de llegar había un grupo de cazadores. No obstante, allí estaban preparándose Juan Pablo, David y Juan. También había un nuevo Gonzalo y César, que yo no conocía. Efusivo recibimiento y fueron llegando el resto. Destacar a la joven promesa, Adrián (14 años), sobrino de Adolfo. Al salir, Ricardo tuvo un problema mecánico y Vishal se retrasó. Además cuatro ciclistas habían salido una hora antes desde el Club de Campo. En total, 16 ciclistas. Un poco lío, la verdad.
Empezamos el calentamiento, pedaleando cuesta arriba para subir hacia Pecado Mortal y Cerro Longo. Bajamos y nos reagrupamos. Cruzamos la carretera M625 y otra vez a subir al Cerro Peñote. Buenas vistas de Soto del Real, Miraflores, Pantano de Santillana y La Pedriza. Foto de grupo. Bajamos a la urbanización Peña Real y llaneamos por la Dehesa de Navalvillar hasta llegar al mirador de Peña Gorda. Parece ser que en esta zona había un decorado de cine de películas del oeste que fue derruido tras la Filomena. También se rodó parcialmente en el año 1959 la famosa película Espartaco de Stanley Kubrick. El Vesubio sería el cercano Cerro de San Pedro. Junto al mirador, visitamos un curioso yacimiento visigótico.
Bajamos hasta el Canal Alto del Atazar y enfilamos hasta el final de la ruta, llegando a las 12 horas. Buena ruta con subidas y bajadas, pero muy asequible para reincorporarse, en mi caso.
En el tercer tiempo hubo disparidad de opiniones. Yo tenía el corazón partido porque la mitad fueron al Garden Galp y la otra al Maldito Parné. En definitiva, cervezas, aperitivos y risas.
En cualquier caso, encantado del reencuentro aunque eché en falta a muchos compañeros. Nos veremos más a menudo porque tengo muchas ganas de disfrutar los domingos por la mañana de la bicicleta de montaña en la mejor compañía. Hasta pronto amigos.
(escrito por Pepe Herrera) | 
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