DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 09:05
HORA DE LLEGADA: 12:45
TIEMPO DE PEDALEO: 03:23
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 03:40
DISTANCIA RECORRIDA: 38.5 Kms.
SENTIDO DE REALIZACIÓN:
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ASISTENTES: (12)
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caídas en la ruta: (1)
pinchazos en la ruta: (1)
averías en la ruta: (0)
Asomado a la ventana se intuye una mañana soleada este domingo 18 de febrero de 2024.
Con la duda de que atuendo vestir siendo mi pueblo un poco traicionero en esto de la meteorología y con ropa mitad invierno mitad verano me dirijo a la plaza del Cristo a las 9:00 AM, 30 segundos después llego (cosas de vivir al lado).
Ya allí reunidos la plana mayor de los Eskaladores conversan animadamente, el grupo hoy es amplio Maxi, Jose Sanchez, Paco “Emeterio”, Chais, Jose Mari “Sastre” (un novato que no lo parece), Gulli. Jose Luis, Miguel Angel (el yogurin del grupo), Virdy y Juan “Renene”.
Chais da el pisotetazo de salida y subimos tras él, como cada domingo, la subida del Rosamar encarando el restaurante Magalia, calentando piernas en el Risco de los Dineros y bajando el camino del Valladal, la zanja nueva para canalizar el agua nos hace echar pie a tierra a los menos hábiles y Renene decide además de pie echar el cuerpo entero (cada uno se baja de la bici como quiere), nada importante lo hace solo por mejorar la crónica.
Desde el Valladal y por el sendero tantas veces utilizado vamos disminuyendo altitud, pasando cerca de Fontuana y llegando al punto mas bajo de nuestro termino en “Las Palizas”.
Como siempre dura poco la alegría en la casa del pobre y en Las Navas no supieron hacer cuestas abajo todas las hicieron “parriba”, comenzamos la ascensión por el camino del Quintanar. Chais, que desde que es abuelo ha rejuvenecido, pone un muy buen ritmo y comenzamos todos a posicionarnos en la subida. Después de mes medio sin pisar estos montes decido probarme y voy adelantando posiciones hasta ponerme en cabeza, a mi rueda Renene me pone cara de -donde vas chaval-, apreto un poco más pensando - Renene corriendo es un maquina pero aquí está en mi terreno- pero como si hubiera tirado una cuerda a mi tija sigue pegado y el ritmo aumenta y aumenta, en un golpe de amor propio hago un cambio de ritmo y aliviado y confiado veo que le alejo un par de metros. Iluso de mi me pasa, como el que va a comprar el pan, y le veo alejarse sonando en mi cabeza la canción de Perales “y se marchó y a su barco le llamo…”, coronando consigo enlazar, por eso del que dirán y aprovecho que nos encontramos con Toñin para conversar, relajar un poco el ritmo y esperar para reagruparnos.
Comenzamos una nueva bajada que aprovecho para conversar con Jose y que hace que el grupo nos saque unos metros, ya en la base vemos como el grupo ya han comenzado la ascensión más exigente de la mañana El Bandolero. Llegados aquí esto es un sálvese quien pueda y cada uno vamos subiendo como buenamente podemos, sobrándonos ropa por todos lados y en mi caso quedándome solo con Gulli que sube como un titan sin poner un pie a tierra y llegando solos a la cima y esperando orgullosos en la puerta de la cadena, poco a poco van llegando el resto de integrantes que nos increpan diciendo que hemos subido por el camino en lugar del sendero (cosa que no sabíamos) y que por eso hemos llegado con tan alta ventaja (siempre excusas).
Es un buen momento para sacar la merienda y darle algo de gusto al cuerpo, un rebaño de vacas tiene preferencia y o retiramos nuestras costosas y apreciadas bicis o pasarán por encima de ellas en su camino también al almuerzo, las movemos para dejar paso y aprovechamos para hacernos las fotos de rigor.
Reanudamos marcha y tras cruzar el camino del Quintanar bajamos hasta la base de Casa Grande, donde nos encontramos con algunos eskaladores “pro”, en ese momento aprovecho para dar el cambiazo y que Marino se una al grupo mientras yo le abandono ya que compromisos familiares me impiden terminar la ruta.
Con el pesar de perderme el final de la ruta y sobre todo la cervecita y pintxo en los Roeles me despido del grupo y damos por finalizada otra buena mañana de domingo con los Eskaladores.
Isma Sastre
(escrito por Isma Sastre)
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