Día de bella factura, soleado, sin aire y sin frío, ¡ya era hora! Comenzamos
disfrutando la subida de la presa con tranquilidad para ir calentando y
disfrutamos de la bajada hasta la nueva presa que en el día de hoy parecía
un espejo, pues no se movía el agua nada y reflejada la silueta de las
vacas. La subida hacia la Cepeda comienza desviándonos al prado del Endrino,
atravesando el arroyo y la pared del prado, donde Paco y José Luis Méndez
buscando sus bicis las encontraron en las ramas de un roble ¿quién habrá
sido? El mismo de siempre. Llegamos a terrenos de Pegueritos, donde Maxi tuvo
en la primera subida una avería que, tras solventar, seguimos hacia el cruce
de la carretera para coger dirección a la presa de La Aceña, bonita y llena de
agua. La bordeamos y subida preciosa hacia la Casa de la Cueva, donde cada uno
sube como puede y, disfrutando de sus pinares, subida a la fuente a desayunar
y repostar agua. Comienza la vuelta a casa, donde Chemi, como dije en la
anterior crónica, sigue apretando y se marcha hasta Peguerinos con la
compañía de Abel y “los lobos” detrás. Desde Peguerinos por carretera. Las
habituales refriegas en la subida del río con llegada de José Sánchez, Abel
Maxi, Wulli “el marciano”, José Cosita y todos los demás a rueda. ¡Aquí ya no se
duerme nadie!, Pero aquí no queda la cosa, ésta termina en la iglesia tras la
larga subida desde el arroyo de la Poveda, tras tirones, cambios de ritmo y
demás “cabronadas”, los que van quedando siguen apretando hasta llegar en
sprint a la iglesia. Primera escaramuza entre Abel y José Sánchez, que llego
primero, segunda donde el duelo de sangre entre hermanos se saldo a favor de
Maxi, sacando una bicicleta a Jesús (los jilgueros). Después llegada a muy
corta distancia del resto de compañeros. ¡aquí ya no hay quien se duerma!.
Cañitas en Flapis con pinchitos “macrobióticos” como dice Javi Doblas. (by Maxi) (escrito por Maxi) |
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pinchazos en la ruta: (0)
averías en la ruta: (0)
