¡¡Enhorabuena a todos!! ¡¡Hemos batido el record de asistencia!!. Así es, allí nos reunimos casi una veintena de ciclistas dispuestos a disfrutar de una ruta que es particularmente interesante por los bonitos paisajes por donde discurría. Aprovecho para dar la bienvenida a las nuevas incorporaciones al grupo (Juanjo, Adolfo, etc) (etc significa que no recuerdo el nombre de todos, pero por favor, daros por mencionados). Espero que hayáis disfrutado con nosotros y que os apuntéis a nuevas rutas.
Nada más empezar tuvimos la primera, y por suerte, la única incidencia mecánica del día. La cadena de la bici de Maria se rompió nada más empezar. Una vez arreglada, ¡ea!, todos para arriba.
El ascenso se prometía tranquilo, todos teníamos cierto temor a la dureza de la ruta y a las rampas que nos esperaban. Pero nada más lejos de la realidad, los cachas empezaron a darle ritmo al asunto, mientras que los no-cachas hicimos lo que pudimos para sobrevivir.
El primer repecho, o mejor dicho, repechón hasta el Collado de los Pastores se hizo muy ameno. El paisaje del lugar ayudaba a no pensar en los 12 kilómetros de duro ascenso, y todos, con más o menos sufrimiento disfrutamos de unas vistas y un entorno impresionante.
De camino, mi tocayo, Jose María Saavedra, tuvo un bajón inesperado y tuvo que interrumpir la ruta y darse la vuelta. Tocayo, espero que estés ya recuperado y poder verte en la siguiente ruta.
Algunos tuvimos la oportunidad de contarnos hasta chistes, que a petición de Javi Iglesias, incluyo en mi crónica (nota, el chiste es dos rombos, si hay niños leyendo, que se salte al siguiente párrafo):
Están dos tíos en la sala de espera del doctor, ambos con cara de susto, y uno le pregunta al otro:
- Oye tio, y tu por qué estás aquí? A lo que el segundo le responde:
- Porque tengo la polla de colores.
- Hostia, dice el primero, igual que yo.
Total, que entra el primero, y cuando sale le pregunta el otro:
- ¿Qué te ha dicho?
- Nada, nada, un poco de jabón PH neutro y en un par de días como nuevo.
Total que entra el segundo ya más tranquilo, le explora el doctor y le dice:
- Uff, mala pinta, hay que amputar.
- QUEEEE? ¡¡¡Pero si al tío de antes le has mandado un jaboncito de nada, y también tenía la polla de colores!!! a lo que el doctor contesta.
- Si, pero es que es diferente rojo carmín, que verde gangrena.
Una vez llegados a Collado de los Pastores, parada de rigor para reponer fuerzas y disfrutar del paisaje. Parecía que lo más duro había pasado, pero nada más lejos de la realidad. Una vez descendimos hasta la bifurcación llamada Las Buitreras, iniciamos la dura subida hasta La Nava. Esta vez se notaron los kilómetros que ya llevábamos en nuestras piernas, y por lo menos al que suscribe, la subida se hizo especialmente dura. Eso sí, una vez más, y pese a ser repetitivo, las vistas y el paraje donde nos encontrábamos paliaban el dolor de piernas y el sufrimiento de la subida.
La bajada hasta el destino discurrió con rapidez, perfecta para todos: para aquel que quería bajar deprisa disfrutando de un descenso de casi 10 Km, o para el que prefería bajar tranquilo y seguir disfrutando de la naturaleza y belleza del lugar.
Al final, cervecita de rigor, y degustación de jamón que gracias a Evita tuvimos el placer de disfrutar.
(by Chema) (escrito por Chema) |
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