Comenzamos y, como nadie me quiere relevar con la crónica, ésta puede llegar a
ser un poco monótona, pues a un profesional periodista se le acaban los
argumentos, entonces voy a ver si se puede hacer esto distinto. Nos
encontramos en nuestro lugar de reunión 14 “escaladores” con ganas de pedalear
y pasar una buena mañana. Como nos falla la tecnología G.P.S. (¡Jesús vuelve!)
comenzamos dando opiniones sobre la ruta donde se decide ir a la piedra de
los Trece Roeles para que Javier “Madrid” la conociera. ¡Pues vamos!, luego allí
ya veremos lo que pasa, y así se hizo. Cuando llegamos cerca de la piedra se
dividió el grupo, unos por la parte de arriba ,otros por abajo, los de abajo
con la bicicleta a cuestas por las piedras hasta la Piedra. Después de esta
visita por la historia de nuestros antecesores, hacia Casa Grande y otra vez
las dudas, hasta que llegó la frase del día: “seguidme, así nos perderemos todos
juntos encontrando el camino fácilmente (había truco pues se veía el
destino). Bajada de Casa Grande a “tumba abierta”. Me voy a saltar los puntos
que ya todos conoceis hasta el arroyo de Las Palizas, donde pasa a ser la
sede de invierno para el desayuno. Cogemos los toboganes donde Chemi y Paco
hacen una demostración de caída libre (cada uno se cae como quiere). Seguimos
con las típicas subidas, ya conocidas, hasta La Corraliza y, cuando todos se
creían que la carretera era nuestro destino, nos desviamos hacia Las Palizas
cogiendo el camino de Blascoceo y, para no subir por el Paso Coronas, nos
vamos por la Casa de los Cacharros hasta Fontuana y, por trialeras y caminos,
llegamos hasta el Valladal. Y aquí parece que estamos en casa, pues ¡hala! unos
por veredas otros por la carretera antigua a echar carreras hasta Magalia. Y ¡cómo no, a tomar unas cervecitas! con los ya típicos pinchos de Tito. Se me
olvidaba que se unieron José Luis Méndez y Javier Rosado en la vía del tren
de Valdemaqueda. (by Maxi) (escrito por Maxi) |
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