Las Navas - Corraliza - Encrucijada - M565 - Pantano de San Juan - Picadas - Villadelprado - Cadalso de los Vidrios 26-05-2013

Las Navas - Corraliza - Encrucijada - M565 - Pantano de San Juan - Picadas - Villadelprado - Cadalso de los Vidrios 26-05-2013

DATOS DE LA RUTA


HORA DE SALIDA: 08:31
HORA DE LLEGADA: 16:46
TIEMPO DE PEDALEO: 05:26
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 08:15
DISTANCIA RECORRIDA: 90.5 Kms.
SENTIDO DE REALIZACIÓN:

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ASISTENTES: (7)

 

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Adam
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Alberto (Capa)
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Edu Soriano
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Janiel
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Norbert
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Pablo
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Pedro Esteban

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 Hola a todos.

Esta vez me toca a mí narrar los acontecimientos del día de ayer. Si es que me acuerdo de todo, porque fueron muchas horas de bici y con tanto desgaste cuesta que las neuronas fijen todo lo que ocurre.

Salimos a las 8 y media del parque, tras agotar los minutos de espera reservados a que Adam revise la bici, que siempre la tiene hecha un asco. Ya sabemos que el refranero es sabio: "en casa del herrero, cuchillo de palo".

Partimos tranquilamente en dirección al Paso Coronas y Pucherito, donde hemos establecido el primer punto de control y esperamos a que lleguen Adam y Norbert mientras hacemos un par de ajustes en las bicis. Una vez completado el grupo, reanudamos la marcha y cruzamos Pucherito en dirección al Pino del Arenal y seguimos bajando paralelos a la carretera para llegar a la Corraliza. Aquí cruzamos la praderita donde nace el Arroyo del Prado de la Torre y aprovechamos para ponernos crema Factor de Protección 2000 en las piernas, cortesía de Janiel.

Seguimos a toda pastilla hacia la Encrucijada y aprovechamos que es bajada para ir haciendo kilómetros rápido y sin esfuerzo. Dejamos La Cabreruela a nuestra izquierda y nos desviamos a la derecha por un camino por el que no recuerdo haber bajado nunca, al menos no los últimos años. Seguro que Alberto lo conoce bien, porque pasamos por Cuesta Mala y seguimos bajando rápido hasta coger un desvío por un camino poco trillado que, tras cruzar el arroyito nos lleva a... la primera sorpresa del día: una vallita de dos metros de alto y carteles amenazadores de "Finca Privada" y "Sistemas de Detección Humana".

Reunión de pastores: ¿qué hacemos? Saltar la valla no parece que nos lleve a ningún sitio, salvo quizá recibir un perdigonazo, así que decidimos bajar hasta el arroyo y buscar una alternativa por vía acuática. Bajamos el senderito que va pegado a la valla, aguantando con aplomo las pasadas de Norbert y cruzamos el arroyo sin nada que reseñar salvo una metedura de pata del que suscribe antes de cruzar las aguas por una lancha de piedra que en tiempos fue un puente.

Vamos por la vera del Río Sotillo (yo había puesto arroyo, pero llevaba bastante más agua que eso) buscando veredillas del ganado y vamos pasando antiguas vallas de piedra socavadas por el paso de los animales (los que no llevan bici, me refiero).

Todo transcurre viento en popa, hasta que la vereda empieza a trepar monte arriba. Comoquiera que tenía buena pinta, pues decido seguir por la vereda con la bici al hombro y todos los demás detrás de mí como gilipollas. ¡Grave error! Esto no nos conduce más que a otra valla que sigue monte arriba hasta no sabemos donde. Así que hacemos un poco de ráppel hasta el río, lo cruzamos como podemos y encontramos una valla que corta transversalmente el cauce pero que tiene unas puertas por donde se puede pasar.

Asesorados por un amable pescador, cruzamos la puerta y nos disponemos a recorrer los 500 m. que nos separan de la carretera, cuando aparece un todo terreno que nos corta el paso y nos conmina a abandonar la finca por donde habíamos entrado. Entre sorprendidos por la propuesta y acojonados sólo de pensar en deshacer lo que habíamos hecho, negociamos con el Power Ránger de pacotilla y conseguimos que nos deje salir a la carretera.

Primera prueba superada.

Un poquito de asfalto y nos tiramos a la derecha por una pista asfaltada que lleva al Centro de Satélites y que ocupa parte del antiguo Camino de San Martín a Las Navas. Nos lanzamos cuesta abajo hasta llegar de nuevo al río Sotillo y nos encontramos con ... a ver quién lo adivina... ¡Otra valla descomunal, con sus letreros de advertencia! No me entra en la cabeza, otro camino vecinal histórico cortado, seguramente de forma ilegal, pero el aviso de que hay ganado bravo dentro nos disuade de pensar siquiera en atravesar la finca.

Nos volvemos otra vez hacia la carretera y convocamos el segundo gabinete de crisis del día. Tenemos dos opciones: carretera 100% hasta Cadalso vía Cebreros, o aventura por el otro lado en dirección a Robledo y ver lo que sale.

 

Por votación popular decidimos que es mejor tirar hacia Robledo y ver si luego podemos retomar la ruta de alguna manera. Janiel aprovecha que estamos en el siglo XXI para descargar sobre la marcha otro track que nos ayude y tiramos millas por la carretera intentando no ser arrollados por los fans de Pedrosa, Lorenzo y demás.

Acabamos enlazando con el GR-10 y ya pisteamos sin problemas en dirección al pantando de San Juan. Por el camino hacemos una pequeña variante sobre la pista, aprovechando experiencias anteriores guiados por nuestro Alkalde Víctor y hacemos una bajadita divertida hasta llegar a la Carretera de los Pantanos y nos tomamos un refresco y unas revolconas en el bar. Como Edu dice que había cumplido años, somos tan amables que le dejamos que nos invite; por un colega de bici, lo que haga falta!

 

Cruzamos por la carretera sobre el río Alberche y nos desviamos para bajar por la pista hasta la Presa de Picadas, cruzándonos con mucha gente en bici: niños, niñas, abuelos, globeros, etc. Nada reseñable, salvo el color verde intenso del agua (¿seguro que eso luego se bebe?)

Cruzamos la presa y nos hacemos la subidita de asfalto, para rodear después el parque ese extraño lleno de bichos exóticos y domingueros. Sendero divertido pero peligroso dada la cantidad de peatones que circulan por él. Acabamos en los caminos cercanos a Villa del Prado y llegamos a la entrada del pueblo, donde encontramos lo mejor del día: un bar, llamado El Rincón de Mora donde nos tomamos unos refrescos y nos ponemos finos a pinchos. Da mucha pereza salir de ahí; yo creo que la próxima vez dejaremos los coches al lado de ese bar, para qué complicarnos la vida...

Bueno, retomamos el camino, animados porque vamos bien de hora, y empezamos quizá la parte más dura del recorrido. Salimos de Villa del Prado y dejamos a la izquierda el circuito de MTB para empezar a subir por un camino durito. Bueno, Norbert se da un garbeo a toda leche por el circuito, mientras Adam y yo le esperamos al solecillo.

La subida transcurre encajonada entre las vallas de dos grandes fincas particulares. Al menos aquí han tenido la "decencia" de respetar el paso por el camino y podemos seguir usándolo sin problemas. No es una subida excesivamente dura, va a tramos, pero hace bastante calor en este tramo, y no hay prácticamente sombra, el sol está en lo más alto y se nota. Transcurrimos por caminos tranquilos, subiendo y bajando, hasta que llegamos a una antigua carretera que, tras otra subida un poco más dura, nos deja al lado de la N-403. Una pequeña bajada, cruzamos la carretera y, tras vadear un arroyo de agua fresquita, nos adentramos en el pinar para hacer el último tramo de la ruta y llegar a Cadalso.

 

Quizá es la parte más difícil: son continuas subidas y bajadas, con bastante pendiente algunas, y terreno duro. En general vamos bien, pero Adam, que últimamente no entrena, no piensa más que en trabajar y ganar dinero y Peter, que sigue tomando sustancias de dudosa procedencia, sufren bastante en los últimos kilómetros y no pueden disfrutar demasiado de este tramo. Los demás aguantamos bien, con las piernas ya cansadas y los traseros ya un poco marcados por el sillín, pero bien. Janiel decide cambiar la cámara de la rueda trasera por dar un poco de cuartelillo a los sufrientes que vienen por detrás, no porque hubiera pinchado y, ya reunidos todos, bajamos el último tramo antes de entrar en Cadalso.

Con Norbert como ciclista-escoba conseguimos llegar hasta los coches y nos vamos para Las Navas, que Edu tiene prisa por ir a otra fiesta; no tiene bastante con una. Nos tomamos un par de refrescos en Las Navas con sus correspondientes tentempiés y satisfechos por haber conseguido completar la etapa a pesar de todos los contratiempos surgidos.

 

Sin duda, la repetiremos. Un día estupendo, con un tiempo perfecto y un par de vallados demás...

 No sé si hay fotos por ahí, posiblemente las tengamos que ver en Facebook, pero yo he terminado mi tarea.

 

Un saludo a todos y montaremos otra de este estilo dentro de no mucho tiempo...

  

(escrito por Pablo)

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