DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 09:01
HORA DE LLEGADA: 13:49
TIEMPO DE PEDALEO: 03:45
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 04:48
DISTANCIA RECORRIDA: 38.2 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 13.5 ºC ( mín.: 8.2 ºC máx.: 18.2 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual
OBSERVACIONES: Se decidió acortar el tiempo de la ruta atravesando la calles de Becerril de la Sierra, en lugar de rodear el pueblo por el norte siguiendo el track, pues era tarde. Desde el mirador de la Barranca se hicieron 3 grupos: uno siguiendo el track bajando por el Ortiz, otro liderado por Hojadelata hacia el depósito de la Barranca y el resto bajaron por la pista de subida. Varias caídas sin importancia, la más espectacular la de Adolfo en el Ortiz que, afortunadamente, no tuvo consecuencias graves. Javi Ignacio pinchó su rueda delantera que se solucionó hinchando.
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ASISTENTES: (11)
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caídas en la ruta: (3)
pinchazos en la ruta: (1)
averías en la ruta: (0)
Crónica de una Ruta en Bicicleta por la Sierra de Guadarrama, por J. César Rodríguez.
Un día perfecto para pedalear, 6 de Diciembre, onomástica de nuestra maltratada Constitución, (César, no te pierdas, que esto es un grupo de ciclismo, y a saber de qué pie cojea esta gente...).
Sigo, un día grande, en el que nada más aparecer nuestro alcalde, (por cierto, nunca he sabido por qué partido se presenta), una sonrisa maliciosa brilla alumbrando el aparcamiento que sirve de punto de encuentro en Moralzarzal, donde un grupo de 11 valientes ciclistas celebran la nueva Constitución de ciclistas principales: “César, ya eres mayor, y te puedes juntar con nosotros, pero pringa haciendo la crónica, ¡so ciclista principal”. ¡Qué bien, que ilu, ya soy principal y no invitado!. Por cierto, lo de invitado no será por las cañas que me habré tomado de gañote.
El frescor matinal nos acompañó mientras ascendíamos hacia el Cerro del Telégrafo, donde las vistas panorámicas nos recordaron la grandeza de la Sierra de Guadarrama, (ya sé que es cursi, pero GPT me lo ha puesto así). Tras un breve descanso para recuperar el aliento, nos lanzamos hacia la Urbanización La Salinera, en Becerril de la Sierra, un tramo que combina pendientes suaves y descensos rápidos. En ese punto, y dado el mal estado del alicatado del sendero, surge la primera incidencia: pincha Javi Ignacio. Como no puede ser menos los compañeros se desviven para ayudarle a arreglar el pinchazo, momento que aprovecho para boicotearle el freno delantero para que no suba tan rápido y pueda ir a su lado, pero se da cuenta y empieza a diseñar su venganza para la subida a la Barranca.
Desde allí, nos dirigimos hacia la presa de Navacerrada. Alcanzamos el cruce con la M-607 y tomamos el Camino de los Almorchones, sin agarre, donde la tranquilidad del entorno nos envolvió entre pinos y piedras. (que sí, que GPT es muy ñoño). Iniciamos el temido ascenso del día hacia el Mirador de las Canchas, y en el aparcamiento de La Barranca yo ya me quería morir. Dije: “¿comemos?, esto es un lugar perfecto para hidratarse y disfrutar de la naturaleza antes de continuar hacia la Fuente de la Campanilla. Mejor en la fuente, so ciclista principal”. Y empieza la venganza de Javi Ignacio minándome la moral: “¡Pues anda que no queda hasta la Campanilla!”. ¡Joputi que cuestón hubo que subir!. Cuando ya me moría del todo, puse pie en tierra porque tenía el culo como un bebeero patos. José Luis me acompañó, (gracias amigo por tu solidaridad), y me dio una pequeña pájara. Comí un poco y retomamos la cuesta. (Ni que decir tiene que Javi Ignacio ya estaba casi duchándose en su casa…).
Nuestro alcalde se olería algo cuando nos esperó en el cruce de la pista con el sendero Ortiz, (gracias Víctor). Nos acompaña hasta el punto de desvío hacia la famosa fuente. Digo una cosa: ¿no podían haberla puesto en el mismo camino?. ¿qué necesidad hay de subir esa maldita rampa para que encima estuviera más seca que el ojo de un tuerto?. “César, toca la campanilla que ya eres principal” . Yo sí que te tocaba…. Cuando empezaba a recuperar el aliento, los más principales liderados por el vengativo Javi I. se quejaban de que se estaban quedando fríos. ¡Pobres!, me dieron ganas de darles una mantita de cuadros, y se fueron cuando todavía no me había dado tiempo a quitarme la mochila para comer algo. “Ya queda poco, César”, me decían para el tramo final de subida. El esfuerzo más exigente del día nos esperaba en la subida hacia el Mirador de las Canchas. ¡La Virgen!: una niña caminada dando saltos y cantando tralará y me adelantó, con eso digo todo.
Cuando llegué casi ni miré en el mirador, pero era un lugar impresionante que ofreció una vista inigualable de la Sierra. En ese punto el grupo se dividió entre los que quisieron descender por la pista y los que tomamos el técnico y divertido Sendero Ortiz. Para José Luis y Adolfo el hambre ya les hacía mella y quisieron probar los manjares que ofrecía el suelo, (caída de ambos). Terminado el sendero iniciamos el rápido y concurrido descenso hacia el Aparcamiento de La Barranca.
Desde aquí, retomamos el Camino de los Almorchones y bordeamos un arroyo cuyo nombre desconozco por un tramo encantador. Seguimos por la Vereda de las Cabezas, un sendero que nos llevó de vuelta a Becerril de la Sierra, para luego regresar a Moralzarzal, completando un recorrido lleno de paisajes, desafíos y momentos inolvidables.
Era ya muy tarde, y por mi parte no hubo cervezas, pero después del sufrimiento sufrido me quedó la satisfacción de haber compartido una jornada de compañerismo y de haber visto un paisaje realmente bonito. La Sierra de Guadarrama, una vez más, nos había regalado una jornada inolvidable.
Javi Ignacio, que sepas que te espero en la próxima con una goma para atar a tu bici, para que no te escapes, ¡so principal!.
(escrito por César Rodríguez)
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