Vuelta por los alrededores de Chinchón y la Laguna de San Juan 12-01-2025
DATOS DE LA RUTA
OBSERVACIONES: Ruta estupenda por los senderos de Chinchón. Muy disfrutona. Caídas sin consecuencias. Ramón con problemas persistentes con la transmisión, con constantes salidas de cadena. ⇒Ver descripción de la ruta realizada | ASISTENTES: (16)
caídas en la ruta: (4) pinchazos en la ruta: (0) averías en la ruta: (1) | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
LA RUTA DE LAS SENSACIONES
En mi caso se trata de sensaciones después de tirarme tres meses en el dique seco por avería en el pulgar de la mano. Hace dos años fue la rodilla, y una vez recuperado le tocó al pulgar. A ver si se me van poniendo las cosas algo de cara. Ya me estaba esquivando la crónica en las últimas jornadas: pensé que nada más incorporarme a la disciplina de grupo me tocaría, pero no, había más incautos con crónicas pendientes, jeje. Por eso me toca hoy y no hace dos semanas. Sensación de no haber estado en la travesía del desierto tanto tiempo. Reunión matutina en el aparcamiento de siempre de Chinchón, donde al llegar Juanito y este Kerubín sólo estaba Míguel, poniéndose todo lo necesario para grabar y entrevistar la ruta. Rutinario. Van llegando las unidades y tras los saludos efusivos se va a poner en marcha el grupo, de 15 personas en este caso. Pero no, llega el Blostarrako Ricardo en el último suspiro. Menos mal que va electrificado y no será necesaria mucha espera. Sensación de que la ruta promete. Ahora sí, arrancamos poniendo el morro hacia el Castillo de Chinchón, o lo que queda de él, fortaleza medieval medio destartalada que se encuentra vallada y no se puede visitar. O sí. Vaya usted a saber. Todo muy equívoco. Sesación de abandono. Dejamos la confortable carretera y cogemos camino hacia el Área Recreativa de Valquejigoso, donde damos un abrupto giro en forma de codo para iniciar una bajada también por camino para llegar a la parte baja del pueblo, donde codeamos de nuevo para dirigirnos hacia El Carrizal. Se alterna la pista entre olivos con los primeros senderos entre cañas y carditos. Esta vez está todo bastante desbaratado, y no vamos esquivando y apartando maleza, lo que se agradece a la vez que hace la ruta más fluida. Se recupera la pista a la altura del Arroyo de Carcavillas, que cruzamos en dos ocasiones al menos, el cual nos acompañará hasta el cruce de carretera que nos lleva a bajar por un camino difuso dentro de un olivar y de nuevo al cauce del arroyo. En uno de los cruces hay sensación de trompazo de Carlos, que rápidamente se afana en desmentir el interfecto. Vamos camino del EDAR de Chinchón alternando de nuevo pista y sendero, dentro del amplio cauce casi seco y por la ladera derecha o izquierda según el espacio y el momento del track. Atravesamos el Descansadero de la Fuente del Valle con el curso de agua como compañía, y cruzamos a la altura de La Pesadilla para dirigirnos hacia el Arroyo de Valtarroso y Las Pedreras, en sube y baja constante por un sendero largo y serpenteante, que nos llevará al Camino de la Cubilla. Transitaremos por este último por tiempo escaso, para inmediatamente abandonarlo a nuestra derecha para volver a entrelazar la última zona de largos senderos entre Tres Corrales y el Camino del Montero. Sensación de volar sobre los single tracks, que dicen los modernos. Muy disfrutón este tramo, con constantes subidas y bajadas en sendero sencillo, con alguna salida a pista ancha bastante rota y pasando cerros uno tras otro en medio del a nada. Hasta este momento van dos caídas, una de Eduardo y otra de Juan, sin consecuencias graves. Sensación de vivir, o de revivir. Y una avería constante de Ramón, con problemas de transmisión permanentes que le terminan aburriendo. Sensación de cabreo. Se llega a la Laguna de San Juan a través del Barranco de la Purga. Comienza una tercera fase de la ruta, tras las pistas iniciales y la zona media de senderos, con pista amplia, llana y rápida. Se trata además de una umbría, por lo que baja la temperatura de forma notable, dando sensación de frío. Charcos y zonas algo barrosas en algunos tramos del camino. Se trata del Camino de la Casa de la Cubilla, heredero de la intersección de la Vereda blanca y el Cordel del Quiñón, en la zona de La Vega: Vega del Tajuña, que no abandonaremos durante bastantes kilómetros de rodar por pista. Cruce de la carretera M-404 a la altura de Las Cubillas, para comenzar una zona de dudosa legalidad ambivalente: no está nada claro ni por donde nos metemos, ni si es una finca privada, ni si por otro lado se ponen señales sin acotar realmente nada, sólo para que nadie les pase por ahí, aunque no sean realmente zonas completamente privadas. Sensación de desconcierto. Nada claro. Los caminos y senderos no parece que transiten por ningún sitio que perjudique a nadie ni por zonas que parezcan privadas. Avanzamos por el Corral y el Arroyo de Valdehorno para llegar, tras una fuerte subida y una nueva zona de sendero, al Camino de La Lagunilla, en tierras del Castillo de Casasola, una formidable fortaleza medieval de carácter eminentemente defensivo que data del s. XV, actualmente en ruinas. Sesación de abandono. Seguimos en zona de equívocos, y aunque en algunas páginas web se indica que el Castillo se puede visitar, seguimos encontrando señales de finca privada, no quedando completamente claro si se trata de los caminos o de los terrenos circundantes. Subimos por camino asfaltado hasta las cercanías del Castillo, donde hay una cadena que corta el paso, y donde decidimos dar la vuelta y retornar al camino de La Vega del Tajuña. Es curioso que mientras el camino de subida indica que es privado en su base, la senda de bajada no pone nada al llegar a la pista principal del La Lagunilla. Sensación de engaño. Finalizamos lo que queda del Camino de La Lagunilla para perdernos brevemente en el Camino de San Galindo, que lo cruza en perpendicular, yendo a nuestra derecha por unos metros. Abandonamos éste para adentrarnos inmediatamente a nuestra izquierda en el Barranco de Valmuerto, por una finca con el mismo nombre. Remontamos hasta La Navazuela por el Camino de Los Caballeros, donde nos perdemos sobre el track de nuestros GPS entre los olivares de la zona, subiendo y bajando cerros para llegar a la M-311, que cruzamos para iniciar la subida a la Cabeza de Villaverde, a la que no llegamos para volver a bajar vertiginosamente a La Nava a través de Las Abubillas. Retorno a la M-311 que volvemos a cruzar para coger en sentido contrario el final del Camino de San Galindo e iniciar nueva subida por el Camino del portillo a Cabezuelas, donde tampoco llegamos a coronar, para inciar la bajada a Chinchón y finalizar la ruta en el bareto de siempre, en la rotonda, donde nos tomamos un tentempié muy necesario tras el desgaste y con buen trato por parte del mesonero. Sensación de revivir. Ruta con gran cantidad de senderos que alternan con pista más o menos rota. Mucho disfrute. Pocas incidencias. Poco asfalto. Muy recomendable. Sensaciones contradictorias al final, con bastante cansancio: sin problemas con la potencia, pero sí con el fondo. Todavía con la sensación de que no tengo el tono físico recuperado del todo. Pero al menos al final tocó brindar por las cosas de montar.
(escrito por David Verdes) |
Llegando a Chinchón.
Llegando a Chinchón.
Llegando a Chinchón.
Llegando a Chinchón.
Llegando a Chinchón.
Llegando a Chinchón.
Aparcamiento de Chinchón.
Chinchón, inicio de ruta.
Chinchón, inicio de ruta.
Chinchón, inicio de ruta. Castillo de Chinchón.