DATOS DE LA RUTA

HORA DE SALIDA: 08:34
HORA DE LLEGADA: 11:21
TIEMPO DE PEDALEO: 02:23
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 02:47
DISTANCIA RECORRIDA: 23.0 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 13.8 ºC ( mín.: 12.2 ºC máx.: 17.5 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual

OBSERVACIONES: Con la amenaza de lluvias fuertes y tormentas, decidimos no subir al Collado de la Ventana, acortando por un sendero nuevo muy bonito que nos enseñó Nico Hojadelata. Al final no se cumplieron las previsiones y casi ni nos mojamos, empezando a llover fuerte nada más entrar al bar, donde degustamos dos empanadas cortesía de los gallegos retornados, David y Juan.

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ASISTENTES: (6)

Adolfo David Verdes Juan Juan Pablo Nico Hojadelata Víctor

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pinchazos en la ruta: (0)

averías en la ruta: (0)

NADA DE DANA

Las vacaciones tocaron a su fin. Había regresado tarde de mis cuarteles de verano, llegaba cansado, con lluvia, con mucha lluvia, y con una condición física deleznable, resultado de no haber movido un dedo en lo relativo al deporte en todo el veraneo y haber dado cuenta gastronómicamente de todo lo concerniente al comercio y al bebercio.

Se empezaba un nuevo curso “escolar”. ¡Que nervios!. Volvía a ver a mis amigotes, amiguitos, y amiguetes del mtb. ¿Estaríamos todos?. ¿Traería juguete nuevo alguno?. Volvían las bromas de patio, las trastadas y los sabios consejos y argumentos sobre cualquier tipo de cuestión de los más avezados, y por supuesto también los picajosos por parte de alguno de los de siempre.

Noche de nervios por tanta expectativa, por tanta ansia de que llegara la hora del silbato de arrancada y por tanta y tanta lluvia que presagiaba una posibilidad de suspensión de la diversión. Y encima, parece que hoy, por fin, tendremos fémina en la pandilla, una tal Dana.

Sin sonar el despertador, salto como un resorte, hay que preparar todo, mochila, ropa, botas de agua, chubasquero, y desayunar esta vez una fruslería, ya que tengo reservas acumuladas para quemar y quemar. La lluvia parece que da un respiro.

Y a la velocidad del rayo, otro “alumno” muy aventajado y yo que, compartimos transporte, estamos en Soto del Real, no es el lugar habitual para la ruta de hoy pero el pronóstico del tiempo y la posibilidad de estar a buen recaudo en el Miratoros donde tan buen trato recibimos siempre, así lo recomiendan.

Ya están todos, llegamos los últimos, y a mí en castigo me toca hacer la redacción del dia. Llevábamos meses sin vernos, momento de alborozo y saludos efusivos, hasta nos reconocemos, no hemos cambiado nada, o al menos eso creemos.

Tras un rato de remolonear por parte de alguno con que si me pongo o no el “babi” para no mancharme con el agua y el barro, o el “babero” que me cubre la garganta, se decide dar por comenzado el curso. Y, como no, siempre hay alguno que por las prisas de último momento se le olvida algo : “anda los donuts, anda la mochila”.

Después de unos breves y lentos pedaleos urbanos y tras una amplia pista con tendencia ascendente continua (Camino de Mendocino a Santiago) llegaríamos al primero de los senderos, paralelo prácticamente en todo su recorrido a la cañada de los Palancares, y  carente de dificultad alguna salvo por los humedecidos lanchares graníticos propios de esta zona (Canto del Tolmo). Terminado el sendero se volvió a la cañada que, salvo en dos ocasiones para hacer un par de senderos de poco aporte y mucha brevedad, a los que un par de díscolos no se sumaron, no abandonaríamos, para enlazar con el Camino de la Peña del Madroño, hasta el cruce del Camino Forestal de San Blas. Este tramo es una gozada ya que se trata de un robledal bastante denso y así como en verano sofocan los rigores del calor, hoy minoraban la lluvia que en algún momento hacia acto de presencia, aunque ya se sabe el dicho de ese refrán popular sabio : quien se cobija bajo hoja, ………

Aprovechamos la excusa del cruce de caminos para que algún rezagado en sus tareas nos alcanzase, ver que nos habíamos puesto de desayuno en las mochilas, foto para el anuario y observar como las nubes cubrían la Hoya y se nos echaban cada vez más encima.

Continuamos por dicho camino con idea de llegar hasta el Collado de la Ventana, pero ante las expectativas climatológicas del día y la fluida, constante y convincente labia de Nico HDL, nos invitaron a incumplir todo tipo de normativa  de las autoridades competentes (grupal y forestal), pero ya se sabe cómo somos los chiquillos de trastes, y basta que nos digan que no se puede hacer una cosa para hacerla y en mayor grado. Y ahí estábamos todos descendiendo por un sendero, ancho, frondoso y cubierto por un manto de hojas que delataban su nulo tránsito. Fue todo un disfrute con un toque justo de adrenalina.

Al final del descenso, algo técnico en parte, nos encontraríamos nuevamente con el Camino Forestal de San Blas y su Hueco, el cual abandonaríamos algo más adelante del cruce antes citado al comienzo del  Camino de la Peña del Madroño, y al cruzar una pequeña puerta (parece mentira que al campo le hayan puesto puertas), íbamos al disfrute asegurado del mejor sendero, en descenso, rápido, técnico por momentos, zigzagueante, con la vista puesta en el embalse del Mediano o Palancares, era el sendero de Prado Montero. Una vez ultimado este sendero volveríamos en Mata Canchal a las pistas del inicio que nos conducirían al punto de partida.

Las ansias por llegar, por no mojarnos ya que el cielo apuntaba maneras y de qué forma, hicieron que algunos se descontrolaran del track oficial haciendo ronda urbana innecesaria. Y es que el track está para seguirlo, además de que : ¿como estaba el track?. ¡El track estaba niquelado!.

Llegado al punto de inicio, sin incidencias, sin mojadura, tocaba dar cuenta de las viandas que a modo de celebración por el reencuentro habían traído un par de criaturas desde sus lugares de veraneo para agasajar a sus queridos y nunca bien ponderados, amiguitos, amigotes y amiguetes.

El pronóstico climatológico no se cumplió al pie de la letra, la momentánea tromba de agua en Soto nos pilló a buen recaudo, empapándonos solamente de EstrellaGalicia por dentro.

Solamente el curso que comienza es nuevo, el resto, lo importante, la compañía, la camaradería, la afición, el entusiasmo, y la diversión seguirán siendo las de siempre. Y eso impide la depresión aislada a niveles altos.  

Y no olvidar que, lo mejor siempre está por pasar, y en esta ruta del domingo, lo mejor pasó. Y volverá a pasar en las próximas, y al igual que en la Hoya de San Blas, si no vas, habrá cosas que no verás.

(By Juan)

(escrito por Juan)