DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 08:33
HORA DE LLEGADA: 12:58
TIEMPO DE PEDALEO: 03:28
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 04:25
DISTANCIA RECORRIDA: 31.5 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 22.2 ºC ( mín.: 8.6 ºC máx.: 33.9 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual
OBSERVACIONES: Gran ruta senderil. Terreno muy suelto y pedregoso. Caídas a tutiplén sin consecuencias graves: se libraron 3 de 10. Avería en el cambio trasero de Víctor después de su oxtión.
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ASISTENTES: (10)
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caídas en la ruta: (7)
pinchazos en la ruta: (0)
averías en la ruta: (1)
Crónica Navalafuente Valdemanco Peña de las Cabras
Diez ciclistas nos reunimos puntualmente en el aparcamiento de Navalafuente para embarcarnos en una ruta que, si bien es corta, al mismo tiempo es muy intensa y que tenía ganas de hacer. Aunque la mayoría del recorrido lo conocía, no había llegado a subir a Peña de las Cabras.
Algunos de nuestros compañeros que participaron en los Pedales de León no pudieron unirse debido a la fatiga o compromisos familiares, excepto Emilio, quien se unió y nos contó en detalle sus experiencias en las cinco jornadas de 1.500 metros de desnivel cada una. También nos narró el incidente de la mordedura de una víbora a nuestro amigo Roberto Amelivia, quien tuvo que ser trasladado en ambulancia a León y hospitalizado después de descubrir que la inofensiva serpiente que estaban manejando, Miguel Ángel y él, con la intención de hacer un video, en realidad era una víbora de Seoane.
La temperatura fría a primera hora de la mañana hizo que algunos de nosotros nos pusiéramos cortavientos y manguitos, pero al ser días con mucha diferencia de temperatura, al final del día pasamos calor.
En la senda del Molino cruzamos la M-631, la carretera que va de Cabanilla de la Sierra a Bustarviejo, y que al final de la ruta volvimos a cruzar. Estaba todo muy verde y con algo de humedad a pesar de que lleva tiempo sin llover.
Comenzamos la subida a El Carrascal, que resultó ser un desafío exigente debido a la pendiente y con alguna dificultad técnica. No fue fácil completarla sin poner un pie en el suelo. Paramos en la cima para esperar a los rezagados y reagruparnos.
Luego seguimos por el Camino de Cabanillas y atravesamos la M-633 (carretera de Cabanillas a Valdemanco) y el Lanchar de la Condesa, donde atravesamos una cantera de granito y el camino estaba muy arenoso al estar hecho con restos de granito molido.
Esta es una zona divertida donde cuesta seguir el track en algunos tramos y que termina al cruzar de nuevo la M-633. Continuamos en las cercanías de la cantera de los Alisos, otra cantera de granito. Son todos senderos muy divertidos, pero con algunas partes muy escarpadas. En una de ellas, tras cruzar un arroyo, Fredy no conseguía subir su bici eléctrica debido a la tremenda pendiente y al calzar unas zapatillas sin taco. Le ayudé a llevar la bici hasta arriba y continuamos.
Durante uno de estos tramos, Javi Ignacio sufrió una caída, según los estándares del club, y Adolfo capturó la foto perfecta para documentarlo.
Al llegar a Valdemanco, algunos de nosotros seguimos el track que incluía cruzar una acequia a pie y luego tomar un sendero directo al pueblo. El resto optó por un camino alternativo que también llevaba al pueblo, pero por una zona diferente. Paramos a comer en la plaza de Valdemanco, nos hicimos una foto y continuamos subiendo el puerto del Medio Celemín.
En la parte final del puerto nos encontramos con María, una integrante histórica del CC que tras muchos años sin venir, (yo llevo desde 2013 y no la conocía hasta que regreso hace un par de años), parecía que se iba a reenganchar al grupo, hasta que un día le tocó la crónica y no la volvimos a ver.
Iba con un grupo de ciclistas para hacer la bajada del sendero del Medio Celemín hacia Valdemanco, sendero que según Víctor merece la pena incluir de bajada en alguna de las rutas. Llegados al puerto, María esperó a que llegaran el resto de ciclistas de su época para saludar e iniciar el sendero de bajada. Finalmente, Emilio, quien llegó un poco más tarde tras subir el sendero con su bicicleta eléctrica, con cara feliz por estar disfrutando de esta subida, pero que sin eléctrica es mejor no intentarlo.
Nosotros continuamos por el camino que sale a la izquierda hacia Peña de las Cabras. La subida fue muy exigente, alternando con tramos llanos o de bajada. Al final tomamos un desvío que es de ida y vuelta y la última parte tenía mucha pendiente y piedras.
Fredy se cayó al abordar un tramo muy técnico y el resto dejamos las bicis y continuamos a pie, excepto Emilio, que llegó con su eléctrica hasta arriba del todo y luego hizo ese mismo recorrido de bajada que a primera vista parecía imposible, mientras los demás le apuntábamos con nuestros móviles para grabar la caída del día. Emilio lo bajó con gran maestría haciéndolo parecer fácil.
Bajamos el tramo del desvío hasta la pista principal y luego tomamos un sendero a la derecha que estaba peor que otras veces, y resultaba algo peligroso. Caída de Javi Iglesias. Se cayó como nos podríamos haber caído los demás, no fue porque hubiera pasos complicados, que los había, sino que era algo engañoso, ya que el sendero invitaba a bajar montado aunque podías irte al suelo en cualquier momento.
En esta ruta hemos notado que los tramos técnicos están peor que antes. Si vas con la idea que tenías antes, te confías porque lo que antes era salvable ahora no lo está tanto. Será por la erosión de las recientes lluvias torrenciales y porque transitan cada vez más bicis y algunas motos con las que nos cruzamos a lo largo del recorrido.
Algunas piedras en los pasos más estrechos tienen muchas marcas de golpes de pedales u otros elementos metálicos, y restos de pintura en algunos casos, señales de estar soportando mucho tráfico de bicis y motos.
Llegamos a una urbanización de Valdemanco y más tarde cruzamos la M-610, la carretera que va de La Cabrera a Bustarviejo. Salvo la subida que viene a continuación, el resto del recorrido iba a ser de bajada.
Atravesamos el Lanchar de Pajarito, un suelo de granito tan ancho e imponente que hace que no sea fácil seguir el mejor camino, habiendo muchas alternativas, algunas mejores que otras.
En uno de estos tramos, Víctor fue el siguiente en caer, siendo el cuarto en hacerlo, y además, con avería, ya que la caída afectó al cambio, lo que implicó que tuvieran que manipularlo para que al menos se pudieran utilizar la mayoría de las velocidades, pero se fue arreglando solo y al final de la ruta funcionaba bien.
Cruzamos la M-631, la carretera que va de Cabanillas a Bustarviejo, al lado de una gasolinera de Repsol. Este último camino hacia Navalafuente tiene pasos complicados, que fuimos salvando todos sin problemas, pero en un sitio fácil llegó la quinta caída del día. Esta vez fue David Verdes, pero afortunadamente sin consecuencias, aunque parece que se dio un buen costalazo.
Faltaba la caída de nuestro admirado Emilio, que llegó en el tramo que hay tras el desvío para bajar a Navalafuente y que estaba peor que nunca. Cogió demasiada velocidad y terminó en el suelo, al ver cómo estaba el paso, no nos extrañó lo más mínimo.
Cruzamos un mercadillo al llegar al pueblo camino del parking.
De diez ciclistas, seis tuvieron una caída, y no hubo más, porque como nos contaron luego en un punto de la ruta, Javi Ignacio sujetó a Juan evitando que se apuntara la séptima caída del día.
En el parking vimos cómo llegaba Ricardo, que nos comentó que le había dado pereza madrugar y se había hecho una ruta en Canencia y venia a tomarse las cañas con nosotros. Como asi fue.
(escrito por Juan Pablo)
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