DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 08:54
HORA DE LLEGADA: 12:42
TIEMPO DE PEDALEO: 02:50
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 03:48
DISTANCIA RECORRIDA: 39.0 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 9.4 ºC ( mín.: 8.1 ºC máx.: 11.8 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual
OBSERVACIONES: Debido a la humedad del terreno, en la única zona arcillosa que rodea una finca, por donde pasa el camino del Canal, decidimos salirnos del track y atravesar dicha finca para evitar el barro. David decidió seguir el track e ir por el barrizal.
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ASISTENTES: (10)
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pinchazos en la ruta: (0)
averías en la ruta: (0)
Tercera ruta de esta semana y día de operación retorno del largo puente de la Constitución y la Inmaculada Concepción. Se planificó un origen de ruta muy cercano, para evitar (o minimizar) los posibles atascos en el tráfico y llegar a casa a una hora razonable.
La ruta es una de las que se habían sacado del baúl de los recuerdos ya que no la hacíamos desde el año 2016. Después de sendas rutas, una el miércoles y otra el viernes, con las piernas cargadas del esfuerzo, venía bien una ruta de este tipo: fácil y de dureza baja. Fácil porque casi todo el recorrido ha sido por nuestras, casi olvidadas, pistas del Canal de Isabel II, gran parte de ellas asfaltadas.
Nos juntamos 10 ciclistas, algunos de los habituales y César, que reaparecía después de su operación. Se echó en falta a algunos otros que seguramente han aprovechado el puente para viajar y/o disfrutar con la familia.
La niebla nos acompañó durante toda la ruta, tal y como avisaban las predicciones meteorológicas. Aún así, la temperatura no fue fría, a pesar de la humedad.
Nos pusimos en marcha desde el polideportivo de El Molar tomando las pistas del Canal del Atazar, que recorrimos con buen ritmo hasta casi llegar a la carretera, cerca ya de Torrelaguna. En este punto se había incluido en el “track” un desvío a la derecha, dejando el asfalto, para ir por un pequeño sendero y pasar por encima de un acueducto del CYII que nos evitaría un tramo de carretera. Era la primera vez que se hacía y resultó un éxito.
Tras cruzar la carretera empezamos la primera subida larga de la jornada, hacia la Estación de Tratamiento de Aguas Potables (ETAP) de Torrelaguna, también asfaltada y cómoda.
Desde la ETAP de Torrelaguna tomamos un sendero bastante chulo que desemboca en la carretera de Torrelaguna a El Berrueco, por donde tuvimos que circular unos pocos metros. Dejamos la carretera para “ciclar” por las pistas que rodean la Caleriza de Arrebatacapas, donde habíamos estado ese mismo miércoles en la ruta de Redueña. Esta vez hicimos este tramo pedregoso en bajada, lo cual se agradece.
Después de este tramo giramos a la izquierda en dirección a Torrelaguna, no sin antes pasar por encima del acueducto de Matachivas. Para llegar a dicho acueducto hay un pequeño sendero de bajada empinada que hizo que Fredy y Waka se pasaran de frenada bajando más de la cuenta y teniendo que volver al “track” empujando sus e-bikes.
Tras pasar el acueducto, decidimos tener el avituallamiento en las calles de Torrelaguna pueblo al que llegamos después de una bajada pronunciada por pista asfaltada. Aprovechamos para hacernos la foto de grupo junto a un pequeño tobogán, que a algunos les recordó sus años mozos.
Una vez engullidos los plátanos y barritas (no penséis mal), retomamos la marcha bordeando Torrelaguna y pasamos junto a un pequeño huerto que nos alertó del estado del terreno en las zonas de sembrado. Y es que el terreno, con la niebla, estaba tan encharcado que en poco más de 20 metros el barro se había pegado a nuestras ruedas y a nuestras zapatillas (ya sabéis de qué os hablo).
Nos dirigimos a las pistas del Canal de la Parra, que recorrimos durante varios kilómetros y que estaba en perfecto estado, si bien con algún charco. Este buen estado de dicha vía de servicio se debe a que los que lo construyeron se aseguraron de sembrar el camino de piedras de drenaje.
El final de la vía de servicio del Canal de la Parra pertenece a una finca privada, donde otras veces habíamos tenido algún problemas para pasar evitando al perro que salía a nuestro encuentro. El “track” se había cambiado para evitar dicha finca, tomando un desvío a la izquierda en subida y luego pasar por un camino entre dos sembrados que seguramente estaría impracticable. Depués se sale a una pista en bajada que nos deja en la misma carretera donde se puede enlazar con El Espartal tras circular un tramo por ella. Debido a lo húmedo que estaba el terreno, reuní al grupo para proponerles ignorar el cartel de “propiedad privada” y bajar rápido todos juntos a la carretera evitando la arcilla que seguramente íbamos a sufrir. Así lo hicimos todos excepto David, que decidió seguir el “track” por su cuenta. El grupo pasamos sin problemas a pesar de que el dueño nos preguntó a gritos que dónde íbamos y varios perros salieron a nuestro encuentro. Al primero le contestamos, sin parar, que íbamos a la carretera y a los animales no les dimos opción de que nos alcanzasen. En pocos segundos estábamos levantando la barrera que da paso de la finca a la carretera, que estaba abierta, pues al menos los servicios de mantenimiento del CYII deben tener el paso habilitado.
Cruzamos la carretera y seguimos por el Canal de la Parra hasta juntarnos con el Canal Bajo en la zona de Malacuera, donde se pueden ver los dos largos tubos de canalización elevados sobre el terreno, diseñando un paisaje más que curioso.
Tras subir y bajar el Cerro Moral, llegaríamos a El Espartal, donde decidimos esperar a David no sin antes llamarle para ver qué tal le había ido en el supuesto barrizal. Aquí estuvimos parados unos 15 minutos hasta que llegó diciendo que no estaba tan mal. Ya conocemos todos a nuestro querubín y su optimismo, que acaba de cumplir sus 45 primaveras.
De El Espartal a El Molar, sólo reseñar la subida a este último pueblo, la más dura de toda la ruta sin duda, el tremendo atasco de la autovía que divisamos al cruzar un puente sobre la A-1 y la posterior subida a la ermita de la Corneja. Antes tuvimos que convencer a Miguel, que iba ya pidiendo la hora, para que subiera y allí nos hicimos otra foto de grupo.
Llegamos a los coches y nos fuimos a recuperar al bar del polideportivo, donde nos tomamos un par de cervezas con unos aperitivos más que mediocres. Hojadelata nos invitó por la reciente celebración de su santo, San Nicolás.
Tras las despedidas de rigor, cogemos nuestros vehículos formando una caravana encabezada por el que escribe (para que nadie se perdiera) y dirigirnos hacia el cementerio de El Molar para ir por la pista del Canal, la atalaya del Molar y desembocar en San Agustín del Guadalix, evitándonos de este modo el tramo atascado.
En esto estábamos y casi nada más salir (justo antes de llegar al centro del Molar), recibo una llamada de Juan comunicándome que Adolfo había querido darnos una sorpresa y que estaba llegando a El Molar. La sorpresa casi se la da él por no avisar. En resumen, volvimos sobre nuestros pasos (o sobre nuestras ruedas) y otra vez al bar del polideportivo a degustar otros aperitivos mediocres que las mesoneras nos sirvieron con otra cerveza más, esta vez con invitación “adolfiana”.
Resumiendo, una ruta cómoda y fácil (a mí me gustan estas rutas también), con llegada temprano al bar, no así a casa. Buen ambiente y buena compañía, como siempre, reincorporación de César y “sorpresa” de Adolfo que esperemos vuelva pronto a montar con nosotros.
(escrito por Víctor)
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