DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 08:46
HORA DE LLEGADA: 13:57
TIEMPO DE PEDALEO: 04:16
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 05:11
DISTANCIA RECORRIDA: 50.5 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 20.2 ºC ( mín.: 16.9 ºC máx.: 25.4 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual
OBSERVACIONES: Ruta de nuevo diseño gentileza de Ricardo, hermano de Víctor. Comida espectacular en su casa. Caída de Ramón en los primeros compases. Pinchazo de Ricardo en la primera super bajada. Rotura de radio de Fredy hacia el final de la ruta.
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ASISTENTES: (12)
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caídas en la ruta: (1)
pinchazos en la ruta: (1)
averías en la ruta: (1)
CASI, CASI Y SIN TAN CASI.
Casi sin dormir, ya que después de trasnochar por cuestiones caninas tocaba madrugar y, casi más que nunca, para ir a Albalate de Zorita, lugar de arranque de nuestra ruta en este domingo. Casi, casi y sin tan casi, algunos hablaban de haber dormido apenas 6 horas.
Casi llegamos tarde porque el chofer se durmió. Casi, casi y sin tan casi. El retraso de más de 30 minutos demostró que el resto de asistentes es paciente hasta la saciedad. Ya estaban preparados y listos para arrancar.
Intercambio de saludos más que rápidos y casi poco amables. Casi, casi y sin tan casi. “Te toca la crónica” (léase con risilla malévola).
Casi me convence David que los casi 100 km de distancia hasta Albalate se hacen sin problema para llegar a la hora. Casi, casi y sin tan casi. Sus argumentos para ir por otro itinerario diferente al marcado por google maps me dejaron sin palabras. Por eso y porque, como bien sabéis, casi no habla. Casi, casi y sin tan casi. Verdad?
Pues bien, una docena de bikers iniciamos la ruta bordeando la villa, dejando a nuestras espaldas la Iglesia de San Andrés, cuyo martirio casi reviviríamos alguno unos metros después. No en vano la dureza de la ruta estaba calificada de muy alta con un IBP casi de 100. Casi, casi y sin tan casi, 95 para ser exactos.
Y aun cuando el mayor de los De Pablo recorto el trayecto de la ruta de tal manera que podrían hacerse dos rutas con el diseño inicial del benjamín de los De Pablo, resultó una ruta de casi 50 kms.. Casi, casi y sin tan casi, finalmente hicimos 51,3 kms.
Al tomar el Camino Bolco, prácticamente todo en descenso y sin dificultad, pero roto de manera significativa por los regachos, casi vuelca Ramón. Casi, casi y sin tan casi, manchurron en el costado izquierdo.
Seguiría a ese camino otro, el de Noguerón, y tras este un sendero que bordeando un barranco con especial dificultad y vistas espectaculares sobre el Tajo nos conduciría a Zorita de los Canes, con su alcazaba casi en ruinas y sin perros custodios. Casi, casi y sin tan casi. Había carteles de prohibido perro en todas las zonas de ocio fluvial.
Abandonamos la villa, atravesamos el Tajo y dejamos a un costado la que fue la primera Central Nuclear de nuestro País, José Cabrera, hoy casi en fase de desmantelamiento. Casi, casi y sin tan casi. Cerrada desde 2006.
Unos kms (pocos) por carreta dirección Pastrana y un desvío hacia un camino forestal nos conduciría a lo que de verdad estaba previsto ser una ruta de mtb. Entrabamos en la Microreserva de la Naturaleza de los Cerros Margosos de Pastrana y Yebra. En este punto JuanPa nos dio casi una clase magistral de la denominación margoso. Casi, casi y sin tan casi. (materiales calizos, rocas sedimentarias yesíferas y arcilla).
La continuación fue ascenso tras ascenso a diferentes crestones del Cerro del Rincón, bordeando su cuerda, donde el esfuerzo y sufrimiento de rompe piernas quedaba casi compensado por las impresionantes vistas al embalse y al valle de Altomira en su conjunto. Casi, casi y sin tan casi.
Aun cuando el sol apenas lució durante gran parte de la ruta, la temperatura y la humedad en el ambiente hizo que casi sudásemos la gota gorda, sobre todo en algunos tramos ascendentes, aun cuando íbamos entre pinares. Casi, casi y sin tan casi con sus 14 graditos y su 90% de humedad de medias.
Tras kms. y kms. cresteando, casi sin aliento. Casi, casi y sin tan casi, al objeto de ahorrar esfuerzos el grito de guerra habitual del grupo se redujo a “De Pablo´s cabr…es”. Y es que la responsabilidad de la ruta era compartida por los Hermanos del grupo. Uno fuerte como un toro, no en vano hace dominadas casi todos los días. Casi, casi y sin tan casi. Véase los brazacos que luce. Y el otro duro como un mulo que aguanta casi todo lo que le echen. Casi, casi y sin tan casi. Véase, véase.
Como casi todo lo que sube tiende a bajar. Casi, casi y sin tan casi, tras el sufrimiento vendría el divertimento. Bajadas vertiginosas, rápidas, técnicas y divertidas. En la primera de ellas, Ricardo, tuvo un pinchazo ya que su cubierta trasera parece que está casi gastada. Casi, casi y sin tan casi. Afortunadamente nada que el súper asistente mecánico del grupo no pudiera reparar en apenas unos minutos, colocar una mecha casi sin hablar, atendiendo a la votación popular de cortar o no y a que altura. La votación fue casi por unanimidad, Casi, casi y sin tan casi. Se cortó casi al ras.
En ese breve rato alguno, además, casi hizo bromas sobre la melena que luce alguno y que a mí me recuerda a los inicios de un cantante que canta Casi. Casi, casi y sin tan casi. A que si?
Terminada la diversión de la bajada, rápida y sin ningún percance reseñable, nos acercamos a través de la GR113 a Sayaton, villa venida a menos, tras perder su estación del ferrocarril del Tajuña hace casi 70 años. Casi, casi y tan casi, en 1953. Tras un poco de turismo urbano disperso nos reagrupamos en la fuente de agua sin tratar a la salida del pueblo.
Breve tramo de carretera comarcal y enfilamos por otra que forma parte del Camino Natural del Tajo que nos conduciría al embalse de Bolarque, cabecera del trasvase Tajo-Segura y parte integrante junto con otros embalses de la zona del llamado Mar de Castilla. La construcción de la central hidroeléctrica dio lugar a la edificación de viviendas representativas, casi de película, para ingenieros y un pequeño poblado para los trabajadores hoy en su mayoría deshabitado. Casi, casi y sin tan casi.
Aprovechamos la parada para hacer un recorrido por los diferentes Cabos y Picos de España a través del Mapa en Relieve que tienen construido a ras de suelo sobre base de hormigón y cemento. Una obra escultural, didáctica y original que nos sirvió casi de distracción y manifestación de dotes geográficas. Casi, casi y sin tan casi.
Tras continuar un tramo de carretera en dirección a Almonacid, tomamos un desvío para seguir por un camino ancho de tierra, donde Víctor y Ricardo fueron a buscar el postre para la comida, llegando casi al cierre de la panadería. Casi, casi y sin tan casi. Tuvo que pagar Víctor mediante bizum porque echaban el cierre.
Fue en ese tramo de Bolarque a Almonacid donde Fredy casi rompió un radio por culpa de un pedrusco que salto a su encuentro. Casi, casi y sin tan casi. Hizo un apaño de retorcimiento sobre otro y siguio su camino como si tal cual, en su versión más eco que nunca.
De camino ya a Albalate, tras una breve espera para reagruparnos con David, y los Hermanos De Pablo, fuimos por un camino de tierra, ancho flanqueado por campos de olivares y sembrados en otros tiempos rebosantes de amapolas que traían gratos recuerdos fotográficos a Adolfo. Y es que este biker tiene una memoria casi infinita. Casi, casi y sin tan casi. Reconoce memorísticamente hasta las piedras y árboles del camino, guiándose sin gps como si fuera a diario por esos lares.
Y llegada a los coches, cargamos las monturas ciclísticas en ellos, nos cambiamos de indumentaria para parecer personas casi elegantes. Casi, casi y sin tan casi. Algunos lo consiguen acicalados y perfumados. Otros mueren en el intento.
Y no es para menos, nuestro anfitrión ciclístico también lo era gastronómico. Enfilamos siguiendo sus instrucciones hacia el control de acceso a su urbanización.
La presentación, la variedad, la cantidad y la calidad de las viandas fue de tal dimensión que alguno no paraba de dar cuenta de todo sin espera y ni hablaba casi por no perder bocado. Casi, casi y sin tan casi. Verdad compis?
Otros por el contrario casi nos sorprendieron a los más cercanos con su profuso conocimiento de jotas aragonesas: “Doce monjes cartujos en un convento/Veinticuatro pelotas, doce instrumentos/ lalarali, lalarala,” (entónese con brazos en jarras y morro saliente). O del dúo radiofónico GomaEspuma, entonando a capela, Carlos y Emilio, el himno del día del orgullo friki : “Loco por el tenis” (jijijiijiji).Casi, casi y sin tan casi.
Todo tipo de elogios y agradecimientos hacia Gema y Ricardo, nuestros anfitriones, se quedarían cortos. Todo fue de altas miras. El lugar acogedor, el ambiente más que agradable, los aperitivos sabrosos, el arroz en su punto, la carne impresionantemente tierna. Me quedo casi sin adjetivos para calificar la calidez y calidad del trato y las atenciones recibidos. Casi, casi y sin tan casi.
Domingos así, y compartirlos con amigos así, hacen que las distancias, madrugones, esfuerzos y sudores queden en pura anécdota y sean casi la motivación para pedalear. Casi, casi y sin tan casi.
(escrito por Juan)
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