DATOS DE LA RUTA
HORA DE SALIDA: 09:02
HORA DE LLEGADA: 13:24
TIEMPO DE PEDALEO: 03:50
TIEMPO TOTAL EMPLEADO: 04:22
DISTANCIA RECORRIDA: 39.2 Kms.
TEMPERATURA MEDIA: 7.9 ºC ( mín.: 1.2 ºC máx.: 14.6 ºC ).
SENTIDO DE REALIZACIÓN: habitual
OBSERVACIONES: Ruta espectacular recuperada de los anales de la historia del grupo, con variantes con respecto a la habitual. Caídas sin consecuencias. Algunos caminos que se realizaban son privados, y no se han podido recorrer esta vez, pero se han encontrado alternativas paralelas y muy interesantes, que se incluirán en track para futuras ediciones.
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ASISTENTES: (13)
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caídas en la ruta: (4)
pinchazos en la ruta: (0)
averías en la ruta: (0)
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Things to look forward to on a Sunday morning. Riding the icy mountains, gush of fresh chilly air slapping your face, meeting friends, cracking some jokes (including vulgar ones), some more leg-pulling, random talks, group photo, some more photos, beer and adios
Things to not look forward to – Getting up early and leaving the comfort of the warm bed, get ready, prepare breakfast, hustle to pack up, load your bike, drive an hour to reach and the list goes on and on.
Most Sundays, I choose the later but the past one, I dared to go and have fun. Winter mountain biking in “El Escorial” area is not for the softies—oh no, it’s a brutal and a little bit insane. Picture this: your face turns into a frozen mask as icy winds whip through the trees, biting at every exposed inch of skin. But you’re not backing down now, are you? The steep, rugged trails that twist through the Spanish hills are waiting, and you—brave soul—have come for them. Sure, there’s snow, mud, and rocks that threaten to throw you off your bike, but what’s a little frostbite in the name of adventure?
As you tear down those winding paths, you find yourself in a battle with gravity, nature, and, well, your own sanity. The trees, their branches heavy with frost, lean in like silent spectators, judging your every move. But there’s no turning back; you push forward, heart pounding, tires skidding on the slick ground. You’ve seen it on the maps—the beautiful views, the majestic mountains—but right now, all you see is the trail ahead, covered in treacherous ice patches.
The cold creeps up through your shoes, your gloves, every fiber of your body begging for warmth. But the adrenaline—oh, the sweet, sweet adrenaline!—keeps you going. Sure, all the pain, but there’s a wild satisfaction in knowing you’ve had a wonderful morning, time well spent with friends. Satisfaction that outweighs every other thing in the moment or the any other comfort.
But one thing that doesn’t even come close to knowing that you are the chosen one writing the “chronica”. What a shame!!! Mind says, find a way to slip, find somehow you won’t have to write it, find help to ease it up, find resources to help you write it, find the fucking answer, find the thoughts to put into your writing and find courage to write the nonsense which hardly anyone will be bothered about. You still do it for the fun and your own memory.
****************Español***********************
Qué esperar de un domingo por la mañana. Pedalear por las gélidas montañas, recibir una bofetada de aire fresco y frío en la cara, encontrarse con los amigos, gastar algunas bromas (incluso vulgares), algún tirón más de piernas, charlas al azar, foto de grupo, algunas fotos más, cerveza y adiós.
Cosas que no apetecen - Levantarse temprano y dejar la comodidad de la cama caliente, prepararse, preparar el desayuno, apresurarse a hacer las maletas, cargar la bicicleta en el coche, conducir una hora para llegar y la lista sigue y sigue.
La mayoría de los domingos elijo lo último, pero el pasado me atreví a ir y divertirme. El ciclismo de montaña de invierno en la zona de «El Escorial» no es para blandengues, no, es brutal y un poco loco. Imagínate esto: tu cara se convierte en una máscara helada mientras los vientos gélidos azotan los árboles, mordiendo cada centímetro de piel al descubierto. Pero ahora no te echas atrás, ¿verdad? Los senderos escarpados y abruptos que serpentean por las colinas españolas te están esperando, y tú -alma valiente- has venido a por ellos. Claro que hay nieve, barro y rocas que amenazan con tirarte de la moto, pero ¿qué importa una pequeña congelación en nombre de la aventura?
Mientras recorres esos sinuosos senderos, te encuentras en una batalla contra la gravedad, la naturaleza y, bueno, contra tu propia cordura. Los árboles, con sus ramas cargadas de escarcha, se inclinan como espectadores silenciosos, juzgando cada uno de tus movimientos. Pero no hay vuelta atrás; sigues adelante, con el corazón palpitante y los neumáticos patinando sobre el suelo resbaladizo. Lo has visto en los mapas, las hermosas vistas, las majestuosas montañas, pero ahora sólo ves el sendero, cubierto de traicioneras placas de hielo.
El frío se cuela por tus zapatos, tus guantes y cada fibra de tu cuerpo te pide calor. Pero la adrenalina -¡oh, la dulce, dulce adrenalina!- te mantiene en marcha. Claro, todo el dolor, pero hay una satisfacción salvaje en saber que has pasado una mañana maravillosa, un tiempo bien empleado con los amigos. Satisfacción que supera cualquier otra cosa del momento o cualquier otro consuelo.
Pero de eso ni se acerca a saber que eres el elegido para escribir la «cronica». ¡¡¡Que pena!!! Mente dice, encuentra la manera de escabullirte, encuentra de alguna manera que no tengas que escribirla, encuentra ayuda para aliviarte, encuentra recursos que te ayuden a escribirla, encuentra la puta respuesta, encuentra los pensamientos que poner en tu escritura y encuentra valor para escribir las tonterías que a casi nadie molestarán. Lo sigues haciendo por diversión y por tu propia memoria.
(escrito por Vishal)
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