El Cerro de San Pedro, Soto del Real y Colmenar Viejo 16-02-2025
DATOS DE LA RUTA
OBSERVACIONES: Ruta pistera. Sin incidencias reseñables. Últimos 10 kms sin parar y sin esperar a nadie, lo que produjo que Adolfo se pasara el último desvío y se perdiera, provocando que David y Juan tuvieran que ir a buscarle y otros cuantos esperáramos un buen rato a que llegaran al punto de origen (así no vamos bien). ⇒Ver descripción de la ruta realizada | ASISTENTES: (17)
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TODO SIGUE IGUAL.....O PARECIDO.... Me había comprometido con Fredy para
salir montado desde
casa🚴♂️
y cuando el destino llama, uno debe responder con el honor de un caballero
medieval... ⚔️ o al menos con la energía suficiente para
salir de la cama 🛏️ a horas en las que ni los gallos han
terminado su café matutino ☕. Hacía siglos ⏳, o al menos eso me
parecía, que no participaba en una ruta del MTB CdC.
La ocasión se presentó con irresistible encanto: el punto de partida estaba
cerca 📍,
y la tentación de sumar kilómetros extra saliendo desde
casa 🏠
se tornó en un reto irrechazable. 💡 Compartí mi malévolo plan con Fredy, quien,
lejos de amilanarse, decidió secundarme en esta empresa épica 🏆.
Así pues, con la gallardía de exploradores de antaño y la temeridad de un
descerebrado, nos comprometimos a una salida tempranera desde nuestra
urbanización. ⏰ El madrugón fue de los que dejan secuelas
(fácilmente subsanables con una posterior siesta). Salimos en plena nocturnidad 🌙,
cuando solo algún que otro gato callejero con insomnio merodeaban en la
penumbra. Aunque el frío ❄️ no era como para congelar el bigote, sí tenía
la sutil capacidad de recordarte que la cama estaba mucho mejor que la
bicicleta a esas horas. Bastaron pocos kilómetros para que el cuerpo entrara en
calor 🔥.
El ritmo que pusimos y el perfil en ascenso casi constante se encargaron de ello. 📞 A medida que nos acercábamos al punto de
encuentro oficial, el destino nos brindó una llamada de Waka,
quien, con la preocupación de una madre 🧑🍼
esperando a sus hijos de una fiesta o a un general supervisando su batallón,
indagó sobre nuestra ubicación y estimación de llegada, ofreciéndose a
esperarnos si era menester (¡Qué gentleman este Waka!).
Con precisión suiza 🕰️, arribamos al enclave con 10 minutos de
antelación, cual típico cuñado que llega antes a la barbacoa para asegurarse de
que la parrilla está bien encendida 🍖🔥. 🎭 El reencuentro con el grupo ciclista fue como
una convención de primos en una boda: abrazos exagerados, palmadas en la
espalda con fuerza desproporcionada y alguna que otra broma por los de siempre:
que te escondo la bici, que mira la que me he comprado yo. Sin más preámbulos, nos lanzamos a la
ruta 🚵♂️, donde la primera subida nos recordó que el
ciclismo es un deporte maravilloso… si lo ves desde el sofá. Después de la
subida inicial, suaviza el perfil para dirigirnos Cerro Longo, con posterior
subida con su inclinación diabólica 😈, para
continuar por una trialiera con alguna zona con más
piedras que logró lo de siempre: humillar a los mortales y exaltar a esos pocos
prodigios que, con la habilidad de un felino 🐈 y la
potencia de un tractor 🚜, logran subir sin poner pie en tierra…y otros
con el motor de su eléctrica. 🌳 Nos adentramos en la dehesa de Navalvillar,
que nos recibió con una serie de vallas de piedra 🪨
que, al parecer, se habían multiplicado desde la última vez. Fue en ese
instante cuando recordamos que las bicicletas eléctricas ⚡
no solo son una bendición en las subidas, sino también un castigo divino cuando hay que
levantarlas. ¡Coño cómo pesan las malditas! 🤯
Como si no hubiera sido suficiente, pasado el Cerro Peñote,
nos encontramos con otra valla, esta vez de alambre 🚧
y con candados nuevos 🔒, puestos allí con la maligna intención de
complicarnos la vida. Parece que alguien ha decidido que los ciclistas no
merecen cruzar el campo sin un máster en escalada 🧗♂️ y cerrajería 🔑. ⏬ Después de esta pequeña odisea, gozamos de
una bajada disfrutona 🎢 hasta la urbanización de los Rancajales y poco después llegamos a Soto del Real. Un
visionario 👀 propuso adelantar el tercer tiempo con
tortilla 🍳 y cerveza 🍺, pero, como
si de una broma cruel se tratara, nadie le hizo caso 🤷♂️. 🚴♀️ Seguimos por el carril bici en dirección a la
cárcel de Soto del Real, donde un peculiar aroma a rancho carcelario 🍲
nos hizo acelerar el ritmo 🏃♂️, temiendo que el menú del día fuese
contagioso. De allí, nos dirigimos al vertedero♻️
cerca del cruce con la M-104, un sitio idóneo para reflexionar sobre las
ironías de la vida: pedaleamos con esfuerzo para llegar a sitios con nombres y
olores poco inspiradores 🤦♂️. 🧐 Intentamos reagruparnos, una tarea que, como
siempre, resultó más compleja que organizar una boda gitana 💃.
Como era de esperar, algunos decidieron apretar el ritmo sin esperar en cruces
conflictivos, lo que NO hizo que el grupo avanzara con más rapidez, sino que
más bien se convirtiera en una tragicomedia de desorientación: nadie sabía si
los escapados lideraban la marcha o simplemente habían tomado un desvío
equivocado en su exceso de entusiasmo. Mientras tanto, los despistados 🤔
iban a su aire, aumentando la incertidumbre sobre su ubicación real. Y por otro lado, "verdecito" 🍃
que decidió que aquel era el mejor momento para tomarse un respiro filosófico a
500 metros de nuestra ubicación, entregándose a sus necesidades con una calma
irritante. Sigo comprobando que hay
cosas que no cambian, aunque los ciclistas sean otros. 📸 Finalmente, logramos reunirnos para la foto
de grupo, un proceso que, como siempre, fue tan difícil como organizar una
despedida de soltero sin que nadie acabe desaparecido. Solo el grito de
autoridad de Javi Ignacio 📢 logró que todos posaran juntos, aunque con la
precisión de un grupo de borrachos intentando formar una conga en una boda 🍾🕺. ✌️ Desde ese punto de la ruta, Fredy y yo, con
la astucia de quienes saben cuándo huir de la multitud, decidimos despedirnos y
tomar nuestro propio camino. Mientras el grupo continuaba la ruta hacia el
final, nosotros nos desviamos con elegancia 🎩, evitando
otra parada innecesaria. 📲 Más tarde, al revisar el chat de WhatsApp,
confirmé que algunos celebraron el tercer tiempo en el Bakartxo
🍻,
mientras otros optaron por un retiro inmediato a sus hogares 🏡,
en lo que podemos llamar el "tercer tiempo en pijama" 🛌.
Y así, con sudor 💦, risas 🤣 y un nuevo
odio hacia las vallas de piedra 🧱, concluimos
otra jornada épica sobre ruedas 🚲. Hasta la próxima (¿?¿?...),
un abrazo a todos 🤗. (escrito por Javi Sánchez) |
Cruce M-104 con Cañada de Barajas o Colada de Valdepuerco
Cruce M-104 con Cañada de Barajas o Colada de Valdepuerco
Cruce M-104 con Cañada de Barajas o Colada de Valdepuerco
Cruce M-104 con Cañada de Barajas o Colada de Valdepuerco
Cruce M-104 con Cañada de Barajas o Colada de Valdepuerco
Cañada de Barajas o Colada de Valdepuerco
Cerro Longo
Cerro Longo
Cerro Longo
Cerro Longo